La metamorfosis de los mercaderes (primera parte)

Por Henrik Hernandez

 

En muchas ocasiones he tomado la temática de la guerra propagandística y psicológica que se libra contra Cuba, en el marco del bloqueo total imperialista liderado por EE. UU. contra el pueblo cubano.


Entre las consecuencias del bloqueo imperialista podemos mencionar:


• Los bancos suspenden transacciones financieras con Cuba y sus misiones diplomáticas;
• Aseguradoras suspenden cobertura de transacciones comerciales y transacciones con Cuba;
• Navieras y empresas de transporte cierran sus destinos a Cuba y se niegan a transportar cargamentos de mercancías a nuestro país;
• Restricción de las exportaciones cubanas, con la consiguiente pérdida de ingresos para Cuba;
• Se elimina automáticamente la posibilidad de que Cuba se beneficie de ciertas ventajas comerciales ofrecidas por bloques económicos y/o países;
• Pone fuera de juego la posibilidad de que Cuba obtenga préstamos o aproveche líneas de crédito financiero de instituciones, bancos y países internacionales;
• Los bancos impiden a ciudadanos cubanos y ciudadanos de otros países u organizaciones solidarias recaudar dinero para apoyar proyectos o brindar ayuda humanitaria a Cuba, les congelan las cuentas e incluso les confiscan el dinero de manera arbitraria e injusta;
• Los bancos de terceros países impiden el pago de salarios a los trabajadores voluntarios cubanos (médicos, enfermeras y demás personal de salud) en los países donde cumplen sus misiones;
• Los consulados cubanos no pueden utilizar cuentas bancarias para sus actividades financieras, ni transferir sus ingresos consulares a Cuba;
• Disminuyó el poder adquisitivo de Cuba, perjudicando la capacidad de la nación caribeña para adquirir insumos y materias primas para su industria, incluidos los productos farmacéuticos, impidiendo la producción de bienes materiales y farmacéuticos.


El bloqueo es tan brutal, que el pueblo de Cuba tiene perdidas de 15 000 000 de USD diarios, por concepto de transacciones comerciales no realizadas, lo que le roba, no solo su bienestar actual, sino que impide el desarrollo sostenible de la economía cubana, que según los especialistas representan pérdidas del 4% de crecimiento anual.


La brutalidad del bloqueo es tal que si un determinado producto de origen en un tercer país, cuyo componente es de 10% o más de origen norteamericano, entra en categoría no comerciable para Cuba, inclusive si se trata de medicamentos o insumos para producirlos. Eso es genocidio. Empresas e instituciones de terceros países son “multados”, al estilo de Al Capone, por parte de EE. UU. si las mismas realizan transacciones financieras, comerciales o de otra índole con Cuba, como por ejemplo LM Ericsson no solo pagó la suma de 1 750 000 USD por haber vendido a Cuba productos tecnológicos, sino que se vio obligada a pedir disculpas y despedir a los funcionarios que participaron en la operación comercial. Eso lo califico de terrorismo económico. Ejemplos como ese son innumerables.


La brutalidad del bloqueo es tal que a un niño cubano, Raysel Sosa Rojas, de 13 años, fue uno de los ganadores del XV Concurso Internacional Infantil sobre Medio Ambiente, convocado en Argelia en junio del 2006 con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), no recibió el premio, una cámara de la firma japonesa Nikon, como el resto de galardonados, pues el fabricante argumento, que no podía entregarle el aparato a Sosa debido a que contenía componentes fabricados en Estados Unidos, lo que contraviene las leyes del bloqueo económico, financiero y comercial que ese país mantiene contra Cuba desde principios de los años 60.


El bloqueo también es jurídico, al introducir a Cuba en listas de supuestos estado patrocinadores del terrorismo y otras como la de no respetar la libertad religiosa. Esas listas inmorales e ilegales, solo sirven para que el imperialismo intensifique las medidas de guerra económica contra nuestro país. No existe ni una sola esfera de la vida social en Cuba, que no sufra las consecuencias del criminal bloqueo.


Esta descripción ha sido necesaria para poder comprender el tema que deseo tomar en este artículo. Los youtubers surgidos dentro de Cuba, como arma del Imperialismo contra nuestra patria.


Para mí esa categoría de youtubers es una forma de comerciantes cuyo producto es “denigrar a la patria”, siguiendo todos y cada una de las directrices de los órganos de inteligencia de los vecinos del norte. 


Hay que comprender la metamorfosis de dichos youtubers.


Etapas de la metamorfosis


1) En primer lugar son o han sido cubanos comunes, que como regla general han cursado estudios en universidades cubanas y obtenido un título profesional. Traigo como base material de estudios a la youtuber conocida como Hildina. Es la etapa de cascarón “dormido”.


2) Después de obtener un título profesional, registran en EE. UU. un canal de YouTube. En el caso al que no referimos, registró su canal el 3 de noviembre de 2020 en los Estados Unidos de Norteamérica. Es la etapa de "rompimiento del cascarón".


3) Posteriormente comienzan las transmisiones de temas inocentes. Por ejemplo, el primer tema de Hildina fue “¿Cómo bajar de peso rápido?


4) Luego comienza la etapa de exponer la “realidad” cubana a sus seguidores, cuyas críticas comienzan a reforzarse cada día más y más con opiniones y criterios propios, manipulaciones y deslegitimando  propagandísticamente el sistema cubano y los dirigentes políticos. En esa etapa se pretende mostrar la ineficiencia del gobierno ocultando y negando la principal causa de los acuciantes problemas que afectan al ciudadano cubano: el bloqueo. En esta etapa el youtuber rompe con la narrativización cubana y se acoge al pie de la letra a las directrices emanadas de la CIA contra Cuba. Hildina lo expone con lujo de detalles en su emisión bajo el título de “Así es vivir en un país comunista”. A esta etapa la denomino “radicalización negativa” o “desnaturalización de la cubanía”.


5) Lo anterior es seguido de una serie de quejas y acusaciones donde se presentan a las autoridades policiales y empleadores como acosadores, que violan la libertad de expresión del youtuber que solo muestra realidad. Aquí se encuentran en la etapa de “autovictimización”. Hildina ha discurrido sin pruebas, ni evidencias de supuesta presión policial, del DTI y de la Universidad de Oriente, donde según ella era profesora y se le ha expulsado.


6) Migración y solicitud de asilo bajo el argumento de ser víctima del comunismo cubano.

Continuará.