Hace falta una carga para matar bribones

Por Henrik Hernandez

 

El 8 de octubre del 2019 escribí un artículo, donde expuse: “El caso más ilustrativo son las aberraciones morales y jurídicas cometidas contra nuestra Bandera Nacional. Un supuesto opositor cubano ofendió la bandera en diferentes poses en baños y playas, la condena moral y justa se hizo oír inmediatamente, pero en un caso donde un funcionario estatal cubano comete el mismo delito, se le trata de justificar el hecho con diferentes argumentos y cuando alguien levanta su voz de condena se le responde que se deje "de joder por nimiedades" y se intente ridiculizarle.

Muy jodido están, tanto hombre como pueblo, que se asumen tales posiciones en condiciones similares y traten de minimizar la importancia del hecho y sus consecuencias por el sólo hecho de quien lo comete o se hace cómplice del mismo, tiene “afinidad” política o de otro tipo.
Señalar lo condenable de un hecho, independientemente de quien lo realice, no son nimiedades, es un acto de virilidad.

Un verdadero Revolucionario no tiene derecho a decidir su un hecho negativo, contraproducente o delito, es bueno si el autor del mismo pertenece al campo propio o de los simpatizantes y sólo condenar lo que haga el "enemigo."

Ese escrito motivó, que se levantaran contra mí como "jauría canina", atacando con cuanto improperio y adjetivos innecesarios, porque tuve el valor de denunciar, que utilizaron la bandera cubana como mantel en una actividad, poniendo bebidas, dulces y comida sobre la misma en una actividad en un país sudamericano en presencia de una delegación cubana de funcionarios estatales.

Puedo referirme a otros hechos, que recuerdo, perfectamente documentados, donde las personas actuaron como simples bandas de delincuentes, pero no es necesario, sólo describiré su modus operandi.

En primer lugar, alguien, que al parecer tiene cierta influencia, envió un mensaje pidiendo que la gente se incorporara a un debate en mi muro, para enfrentar un contrarrevolucionario, lo interesante, es que el mensaje me llegó a mí directamente, donde se me pedía, que fuera a mi muro, para atacarme a mí mismo, por actuar contra la Revolución.

Resulta, que para algunos en Cuba defender la bandera es un acto contrarrevolucionario, si quien ofende la bandera son “gente solidaria y amigos de Cuba en otros países”, con el claro mensaje de que me “dejara de joder" y dejase a un lado “esas nimiedades”.

Inmediatamente, aparecieron en mi muro, un grupúsculo, algunos con sus perfiles reales, otros bajo seudónimos y terceros que tenía varios perfiles, e incluso uno escribiendo en idioma, corso. Las ofensas, la recordación a mi progenitora, las amenazas de todo tipo, incluyendo las de muerte y las de “haré arder la tierra bajo tus pies cuando visites a Cuba”, no se hicieron esperar, además de intimidar en el caso de continuar escribiendo,"tu muro se convertirá en avispero".

El objetivo de eso, más que intimidarme, fue asustar a todo aquel que fuera a mi muro, porque ninguna persona decente, va allí, donde imperan los más bajos preceptos morales de barrio de “chincha coja”. Tengo que admitir, que lo lograron.

Otra cuestión son los llamados youtubers. Resulta que he dejado de seguirlos, pues lo que parecía una esperanza en la lucha de ideas contra los enemigos de Cuba y su revolución, se ha convertido en antro de chismes, bretes, sin argumentación racional.

Una amiga me dijo “Yo seguiré defendiendo a la Revolución Socialista dentro de las casas del enemigo, pero no estoy dispuesta a comentar en las casas de los chanchulleros revolucionarios, no voy a perder mi tiempo en eso” Ya es bastante, para mí eso no tiene mérito alguno”

Es mucho decir, que patriotas cubanos, sientan tal aversión por los que se dicen y se presentan como defensores de Cuba y la Revolución.

Realmente, por la forma de expresarse, solo cosechan repulsa y no se ve ninguna diferencia entre su actuar y el de los enemigos de Cuba en Miami.

Creo que es hora de reflexionar.

Ahora el blanco de los ataques están siendo personas, que tienen la sensibilidad humana de comprender de que algo anda mal en Cuba, cuando se resalta en verdadero show mediático, al mejor estilo de yanquilandia, el actuar de un individuo, que su más alto mérito en su vida, ha sido obtener una condecoración militar norteamericana nada más y nada menos, que por la masacre de Faluya, resaltando el hecho, de que sólo se otorgaron cuatro condecoraciones por esa acción, si la información que me han hecho llegar es correcta. Individuo, que es un contrarrevolucionario reconocido y confeso.

Entre las víctimas se encuentra intelectuales de la talla de Salvador Capote, amigos solidarios con Cuba como Gustavo López López y la compatriota cubana Viktoria, la cual es una joven youtuber, que a pesar de las limitaciones, es capaz con esfuerzo propio de mantener su canal en defensa de Cuba y la Revolución. Los improperios, amenazas, intimidaciones y difamaciones son el único argumento.

Ya se ha llegado a un punto de inflexión, donde las personas nobles, decentes y de buena voluntad, que no quieren ser parte de la imagen de esa Cuba, donde ese tipo de actitud como mínimo es irresponsabilidad, y solo provoca aversión y rechazo total y absoluta. La imagen que transmiten no es Cuba, ni la Revolución, no es cubanismo. Vergüenza debería darles.

Es hora de que el PCC y la UJC tomen en sus manos la dirección de la lucha ideológica y no dejarlas en manos del libre albedrío de cada cual. Ha llegado el momento de que las autoridades cubanas, como la policía y la fiscalía, deben tomar parte del asunto y se lleve a los tribunales a tales “revolucionarios” faltos de ética, que únicamente dañan el prestigio e imagen de la Patria y su Revolución. La Patria y la Revolución se defienden con argumentos, con moral y ética. No con acciones delictivas de tal índole y escudándose detrás de frases del Comandante Fidel, manipulando y poniéndose al lado de la mentira, la sin razón, la injusticia y el irrespeto.

Espero que en esta ocasión no vengan a mi muro en carga de caballería de tribus bárbaras. De ser así, aquí los espero, con la entereza y la vergüenza de un digno agramontino.

 

Y como dijo Villena,”Hace falta una carga para matar bribones".

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