Antirrevolución

Por Henrik Hernandez 

 

Existe la contrarrevolución, la de siempre, la que conocemos, pero al mismo tiempo convive el fenómeno de la "antirevolución", el cual he explicado anteriormente, (es decir, elementos relativamente no numerosos desarticulados entre sí, dentro de los dirigentes políticos y funcionarios del estado, a todos los niveles, desde los municipales hasta los nacionales, unidos en un interés común en lograr convertir la propiedad estatal en privada, pues el de disfrutar la misma, por encima de sus aportes, no le es suficiente, pues desean en el fondo arrebatársela al pueblo y dejarla como base hereditaria a sus descendientes).

 

Este fenómeno lo vimos en los países de Europa Oriental y en la URSS. Es por ello que la antirevolución es por esencia un aliado de la contrarrevolución, y su cometido es que con su actuar supuestamente negligente o bajo la sombrilla de la negligencia crear las condiciones necesarias que hacen que el pueblo se sienta mal, molesto y caiga en la apatía política para permitir que bajo consignas revolucionarias como "hay que cambiar todo lo que tenga que ser cambiado" e incluso hay quienes le agregan "al precio que sea necesario" crear una imagen de infuncionabilidad del sistema socialista e ir paulatinamente introduciendo leyes y formas capitalistas de producción que se reflejan luego en el sistema jurídico, para la implementación posterior en un momento dado la restauración capitalista.

 

La anti revolución siembra el caos ideológico a través de mostrar la "ineficiencia" del sistema socialista, sustituyendo valores por otros falsos y haciendo que el pueblo crea en ellos, propicia el despotismo de los propios funcionarios, el soborno, la corrupción y la falta de principios. Si alguien sospecha y acierta o se da cuenta de esto, lo convierte en blanco de las críticas, situándolo en una posición de indefensión, ridiculizándolo, desacreditando, calumniándolo y presentarlos como parte de la contrarrevolución bajo la consigna de "todo dentro de la revolución, nada fuera de la revolución" o como perteneciente a corrientes de extrema, ya sean de derecha o izquierda con el único fin de descalificar sus criterios ante las masas populares, acusándolos de no tener en cuenta condiciones objetivas.

Antirevolución es cuando una fábrica de hielo, está parada durante dos años y aparece un “emprendedor”, y la pone a funcionar y produce helados, con o sin ayuda del estado, mientras los funcionarios políticos y administrativos no hicieron nada para resolver la situación anteriormente.

Antirrevolución es no darle cursos a las quejas de los ciudadanos, creando la condiciones, para que los mismos (ciudadanos) crean en la tan cacareada “libertad de expresión capitalista”, como solución a su problemática y utilice por ejemplo los medios sociales de comunicación en vez del sistema jurídico del estado.

Antirrevolución es permitir que los chismes y propagandas mal intencionadas se divulguen sin que tengan un enfrentamiento en el campo de las ideas, ni jurídicas, alegando que “es mejor callar, para no darle fuerza al enemigo”.

Antirrevolución es que productos y alimentos se pierdan de almacenes y medios de transporte y nunca los responsables sean juzgados, mientras florece un mercado negro con esos mismos productos bajo la infame tolerancia de las autoridades, que fingen no ver, ni saber nada.

Antirrevolución es la “tolerancia” ante fenómenos de”hermandad” que permiten puentes de amor sin pilares de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! O de grupos de debates en internet y Facebook, donde se quiere que los cubanos aceptemos que la revolución de por sí es un error y que supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos por los dirigentes históricos de la Revolución tuvieron lugar y la compra de voluntades otorgando premios monetarios en forma de recargas telefónicas. Ciertas personas desde Cuba, algunos miembros del PCC, atacan a cuanta voz se levanta contra tal ignominia.

 

Antirrevolución es incentivar a los productores norteamericanos a ver en Cuba un mercado virgen para sus exportaciones para que estos se pronuncien contra el bloqueo, en vez de producir en nuestra tierra con esfuerzo propio.


Antirrevolución es aplicar categorías económicas capitalistas, en vez de desarrollar las socialistas. Es buscar soluciones en formas de propiedad capitalistas, en vez de aplicar el marxismo y convertir parte de la propiedad estatal en cooperativas o entregar en gerencia o administración a los colectivos obreros las propiedades estatales, en vez de arrendarlas o entregarlas a privados.

 

Antirrevolución es fingir que todo está bien, cuando la espalda de la Revolución sangra por los golpes de la contrarrevolución. 

 

La antirrevolución, por esencia, también es contrarrevolución. Solamente se diferencian, en que la contrarrevolución es anexionista y la antirrevolución tiene un carácter inconscientemente pueril entreguista.