Bajo Lupa 54. La batalla por Cuba.

Por Henrik Hernandez

 

La Revolución Cubana ha demostrado un alto grado de eficiencia y vitalidad, que solo puede ser derrotada si fuerzas internas, llamadas por mí anti revolución, conducen al país por el camino de la traición y las masas populares se muestran indiferentes.

 

Sobre esto se refirió el Comandante en Jefe en su histórica intervención en el Aula Magna de la Universidad de la Habana en el 2005. Discurso, donde Fidel, nos muestra como debemos pensar dialéctica y moralmente los revolucionarios cubanos, para actuar coherentemente con los intereses de nuestro pueblo y el futuro de la humanidad.

 

Hoy a unos 30 años del derrumbe de la URSS, celebrados con bombos y platillos por todas las fuerzas anti progresistas, no podemos pasar por alto algunas cuestiones en defensa de Cuba y su revolución.

 

Hoy el Imperialismo y las mafias cubanas radicadas en EE. UU. y Europa en alianza con fuerzas de extrema derecha e incluso neo fascistas se esfuerzan en boicotear toda actividad de colaboración económica con nuestra Patria, con el objetivo de expandir el mercado de basura occidental basado en el anticubanismo, utilizando técnicas propagandísticas muy claras:


• Difamación de los héroes y líderes de nuestra patria;

 

• Denigración y distorsión de los hechos patrióticos pasados y la vida sociopolítica actual;

 

• Heroización de figuras delictivas, terroristas, intelectualoides y entreguistas al servicio de potencias extranjeras como EE. UU. y países europeos;

 

• Negación del bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba, al mismo tiempo que se aboga por su internacionalización y profundización;

 

• Lograr que los cubanos se avergüencen de su pasado histórico y de su presente para que se sumen a las políticas anticubanas y/o al menos mantengan un comportamiento neutral cultivando el sentimiento, de que la liquidación de la Revolución y con ello la Patria, no es un pecado, porque en definitiva en Cuba todo se ha hecho mal y todo está mal.

 

Tenemos que reconocer, que el impacto interno de dichas técnicas no ha sido el esperado por los enemigos de Cuba, pero sí ha mellado profundamente dentro de la migración cubana en América Latina, EE. UU. y Europa, lo cual ha creado el caldo de cultivo, para que grupúsculos anticubanos en alianza con ciertos partidos políticos influyen en la política interna en los países donde residen en función de lograr el aislamiento político, diplomático y económico de Cuba, ante la posición neutral de la mayoría de migrantes cubanos en esos países. Recordemos que en estos países hay exilio sin exiliados y exiliados sin exilio. A buen entendedor con pocas palabras le basta.

 

Considero, que Cuba debe actuar de tal forma dentro de su migración, que neutralice la indiferencia política de esa inmensa mayoría de cubanos residentes en el exterior. No basta con actividades y organizaciones, que agrupen a los patriotas, es necesario trabajar con esa inmensa masa inerte de cubanos migrantes. Solo así podremos poner fin al actuar de los grupúsculos cuasi mafiosos, que tratan de secuestrar las políticas nacionales en diferentes países con su anticubanismo.

 

La población cubana dentro de la Isla, ha mostrado signos de agotamiento, debido a las secuelas del prolongado bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE. UU., muestra parcial de ello fueron las protestas organizadas por las fuerzas anticubanas dentro y fuera del país. Pero los objetivos que el enemigo se planteó, fracasaron, al contrario, se potenció el nivel de conciencia patriótica y la cubanía. Bravo por los cubanos y su dirección política.

 

Ahora me voy a referir a cuestiones muy difíciles de plantear pues se convierten en dilema político y moral. ¿Cómo se puede criticar algo que ante la fuerza de la razón de las circunstancias históricas se muestra absolutamente correcto, sin hacerle el juego al enemigo? No obstante no debemos comportarnos como tontos y callar, por temor de ayudar al Imperio y las mafias anticubanas, debemos tener el valor de reconocer nuestros propios errores.

 

Conocemos, que dentro de la política exterior de nuestro estado una de las cuestiones fundamentales es el levantamiento del bloqueo. Esto ha traído como consecuencia, que se ha proporcionado que surjan iniciativas como NEMO – proyecto de cabildeo al mejor estilo norteamericano, es decir la utilización del reverse de la moneda del bloqueo para incorporar otros agentes económicos yanqui, esta vez sobre el supuesto de levantar el “embargo”. Esto lo he criticado abiertamente desde hace unos cuatro años, cuando se me planteó dicha idea mucho antes de la existencia de NEMO.

 

Lo otro a lo cual me enfrente, ha sido el proyecto del grupo en Facebook ”Debate aquí con la verdad”, el cual es un lugar de “doma de homos cubanensis” para aprender a “aceptarnos como somos y ya”, “reconocernos y ya” y que comprendamos que “nos retorcieron el amor” y “vemos todo oscuro”, bajo esos conceptos se pretenden implantarnos precisamente de que nos avergoncemos de la nuestra historia y la Revolución, que no levantemos nuestra voz ante las ignominias que se dicen en ese grupo y lo más triste es que algunos de sus defensores son hasta militantes del PCC en Cuba.

 

También me pronuncié contra los famosos “puentes de amor”, y he dicho, que dichos puentes solo pueden ser posibles sobre la base de Patria o Muerte. Hoy por hoy es todo lo contrario, se pretende tender puentes de amor, desde la otra ribera al mismo tiempo que sus iniciadores, se manifiestan abiertamente contra el sistema político cubano y pretenden ser incorporados a las estructuras estatales cubanas. Albergo la esperanza de que, el proyecto de ley modificatoria del artículo 18 de la ley que regula la política de cuadros estatales, no se haya hecho pensando en “puentes de amor”.

 

Hoy los cubanos dentro de la Isla ven en esos puentes, mesías salvadores que derrumbarán el bloqueo, considero que no es así, veo los futuros sepultureros de la Revolución, pues no espero nada de quienes se sienten patria y vida y tienen un pasado oscuro en las filas de un ejército imperialista de ocupación que combatió en la batalla de Faluya, contra la población rebelde de esa ciudad, supuestamente como él mismo describe en calidad de “médico de campo”, bonita palabra para resaltar el ego de alguien que de haber sido así, solo fue en simple sanitario, sobre lo cual excepto su propio relato, no existen ni evidencias, ni pruebas. Incluso, en el caso de haber sido así, no le quita responsabilidad de haber sido miembro de un cuerpo invasor en una aventura imperialista. 

 

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