Bajo Lupa 26

Un espacio, para ver lo que no quieren que veas en la propaganda anti cubana

En esta ocasión: ¿Es Cuba una dictadura?
Por Henrik Hernandez

Ayer tuve la oportunidad de participar en un debate en el Grupo de Facebook - Debate aquí con la verdad.

 

Resulta que Rafael Muñoz, un cubano a decir de él mismo, residente en Alemania puso como tema de debate un largo escrito sobre si Cuba cumple o no con los derechos humanos, donde expone una relación de puntos mal intencionada y dirigida a desacreditar la realidad cubana.

 

Él nos dice “Si se compara todos esos puntos con otros países, incluso del área, puede verse que Cuba NO es un estado de derecho y lo convierte de hecho en una dictadura.”

 

Yo no me voy a extender sobre la relación de marras de Rafael Muñoz, sólo me concentraré en su conclusión cuando nos dice “lo convierte de hecho en una dictadura”.

Por lo tanto retomaré de forma retórica a la pregunta que encabeza este artículo ¿Es Cuba una dictadura?

Aunque algunos no le guste o quizás no comprendan mi repuesta les puedo decir que sin lugar a dudas Cuba es una dictadura y no tenemos nada por qué avergonzarnos por ello.

 

Me explico trayendo a este artículo algunas de mis repuestas al Rafael Muñoz en el debate, con algunas acotaciones de última hora para este artículo.

Veo que se ha tocado el tema de "dictadura" vs. "democracia". Hay que esclarecer que "democracia" es definición nominativa de una forma de dictadura.

En cualquier lugar del planeta, donde exista el Estado, estamos en presencia de una forma de dictadura. Existen países con monarquías absolutas (ej. Arabia Saudí), monarquía constitucional con poder político del Rey (ej. España), monarquía constitucional parlamentaria sin poder político del rey (ej. Suecia), repúblicas parlamentarias (ej. Sudáfrica), repúblicas presidencialistas (ej. EE. UU.) se habla de sistemas semipresidencialistas (ej. Rusia) e incluso de países que no encajan en ninguna de las categorías anteriores (ej. Etiopia).

 

Veremos que la palabra democracia proviene de la conjugación de dos términos griegos "demon” o ”demo"que nos han hecho creer que significa pueblo, pero sin explicarnos que en la antigua Grecia se reconocía como pueblo solo a los ricos, dueños de cuanto existía en el país, además literalmente esa palabra (demon) significa dueño, amo, señor e incluso en el lenguaje plebeyo lo que hoy denominamos demonio.

 

El término "cracia" significa poder. Por lo tanto el verdadero significado de la palabra democracia es "poder de los amos", en la actualidad se emplea ese término para denominar ciertos sistemas de dirección social y estatal predominante en los países desarrollados occidentales, que incluyen hasta monarquías constitucionales, donde los representantes de los partidos al tomar posesión de sus cargos, no juran fidelidad al pueblo que supuestamente los eligió, sino al Rey.

Cuba se definía constitucionalmente como "estado obrero y campesino", con ello de facto se reconocía que era una dictadura del proletariado, desde el punto de vista de la doctrina marxista leninista, hoy se dice en la Constitución actual "estado de derecho socialista", el pueblo lo aprobó así con un 86% de la ciudadania, por lo tanto un verdadero cubano está en la obligación de aceptar eso, aun estando en contra, como por ejemplo yo y con argumentos al respecto.
Pero el verdadero ejercicio de la”democracia” me obliga a dejar a un lado el debate de la cuestión.

 

Eso es lo que se conoce y reconoce como práctica democrática, la minoría acepta lo decidido por la mayoría.

 

Pero hablemos del sistema cubano. El sistema político cubano actual conjuga el presidencialismo con el asambleísmo (observe no parlamentarismo). El asambleísmo nació en las luchas por la independencia desde la Asamblea de Guáimaro, su esencia es la representación y participación basada en una división social de la sociedad geográficamente.

Es decir que son los habitantes de una determinada entidad geográfica quienes nominan, proponen, eligen y revocan  a sus representantes en cualquier momento.

Para derrumbar el mito de la supremacía del multipartidismo sobre el unipartidismo le puedo decir, que el primero demostró en nuestra patria, su incapacidad durante la pseudo república y al triunfo de la Revolución se extinguió al autodisolverse los partidos tradicionales, al mismo tiempo que se dio un proceso de unificación de las organizaciones revolucionarias que culminaron en la Fundación del Partido Comunista de Cuba. Partido único reconocido como de la nación cubana, el cual no es objeto, ni sujeto electoral.

 

Les dejo como tarea, aunque conozco los datos, que investiguen cuantos delegados al poder Popular a todos los niveles no son miembros del partido, e incluso les puedo decir que tenemos ministros que no son del PCC.

 

En nuestros órganos de poder hay persona proporcionalmente con los porcentajes de población étnica y racial (negros, mestizo y blancos), de género (femenino y masculino) por profesiones y organizaciones sociales y de masas.


Por ello podemos decir sin ninguna duda que somos un sistema representativo (todos los sectores de la sociedad están presentes en los órganos de poder), participativo (toda la población participa en debates inclusos legislativos, como fue le proceso constitucional) e inclusivo (porque nadie queda sin participación, ni representación).

 

Nuestro sistema adolece de que no todos los cubanos tenemos el nivel político, ni suficientes conocimientos para ejercer el poder que tenemos. Pero eso es otra cuestión.

 

Con relación a los partidos políticos, tal como los conocemos en la actualidad. Surgieron en los albores del capitalismo, cuando las religiones, dejaron de cumplir el rol ideológico y por lo tanto de fuerza dirigente en la sociedad, como consecuencia del renacimiento y la revolución técnica científica (revolución industrial).

Todos esos partidos existentes en cualquier país son uno sólo, pues responden a los intereses de quienes ejercen el poder económico y por ellos son parte del "mercado", en el juego democrático impera el dinero, las donaciones y los compromisos pos lectorales.

 

Muchos de esos representantes son desconocidos por los electores que su único derecho real es escoger entre candidatos propuestos en el seno de los partidos con total desarraigo en la población. Ellos representan al capital, industrial financiero e informático. Los pueblos participan en la quimera de un sueño para cambiar algo que nunca cambia independientemente de quien oficialmente detente el poder, a través de manifestar un voto de castigo como paja mental ante la indefensión psicológica que ocasiona la falsa participación, que los excluye.

 

No se puede juzgar algo fuera del contexto histórico concreto, fuera de las normas establecidas y reconocidas en un determinado espacio geográfico y cultural ocupado por una nación, que por supuesto no está totalmente aislado del contexto internacional.

 

Cuba es una dictadura, como también lo son todos los sistemas y variables existentes de democracia. Las llamadas democracias son la dictadura de los grupos oligárquicos y burgueses de esas sociedades, son representativas de esas clases y la participación de las masas se ve ampliamente limitada por la exclusión de las mismas del verdadero proceso político cuando no pueden nominar a los candidatos, ejercen un voto donde sólo delegan el reconocimiento hacia un determinado candidato y tendencia impuestos por las clases de poder, y se les niega el ejercicio verdadero derecho a revocarlos hasta que no haya una nueva elección. Eso excluye a las masas populares del verdadero ejercicio de poder.

Cuba es una dictadura de nuevo tipo, representativa de todas las clases y extractos sociales. Cuba es una dictadura donde la participación es universal de toda la ciudadanía a través de las circunscripciones con un sistema asambleísta heredado de quienes fundaron la Patria con su sangre. Cuba es una dictadura incluyente y sólo queda fueran del juego aquellos que se autoexcluyen al ponerse en contra de la voluntad popular y en muchos casos al servicio de potencias extranjeras. Por lo tanto la expresión democrática del Poder Popular como forma de dictadura del pueblo, es superior a la democracia burguesa tradicional. Nuestra dictadura es representativa, participativa e incluyente.

 

Para los enemigos externos también somos una dictadura, que les impide explotar al pueblo cubano y se erige en freno a la expansión globalista del capitalismo rapaz.

Somos dictadura del pueblo armado que hemos demostrado ser capaces de defendernos. Eso es lo que no pueden perdonarnos los enemigos y aquellos ilusos e ignorantes que han traicionada la gloria que hemos vivido.

 

Aviso legal:

Figura/foto tomada de Interner

 Derechos sobre el contenido del texto reservados. ©