Un espacio, para ver lo que no quieren que veas en la propaganda anti cubana.
En esta ocasión: Jamás seré un General
Vlasov.
Por Henrik Hernandez
Hoy es jueves y me disponía a descansar, pero la lucha me exige dar batalla. Resulta que en los últimos tiempos hay un personaje nombrado Pablo Antonio Linares se ha dedicado a enviarme cartas
personalizadas con un invito a cambiar de bando en esta lucha por Cuba, con un mensaje completamente acorde a los cánones de la propaganda en tiempo de guerra, cuando el enemigo se propone que,
los defensores depongan las armas, claro supuestamente sobre las bases de defender a Cuba desde una posición “verdaderamente patriótica.”
Los argumentos son que se debe defender a Cuba, pero “Cuba urge de un cambio de mentalidad”, pero sin explicar cuál, ni como se dará ese cambio de mentalidad sin comprometer el futuro de una Cuba
independiente. Además me reprocha que el que yo lo hubiera invitado "a su grupo", al cual él no desea pertenecer, según puedo interpretar. No sé en particular a que grupo y que circunstancias lo
invite, pero para mí eso no significa nada, pues cada cual es libre de aceptar o no una invitación, si la misma tuvo lugar.
Lo más bonito del caso es que se refiere a un escrito mío anterior, donde yo denuncie de que me estaban invitando a claudicar, lo cual es cierto y arremete diciendo “yo no lo convidó a claudicar
yo lo exhortó a virarse y poner a Cuba no a sus espaldas, sino de frente a su pecho,..” lo cual yo considero irrespetuosos y manipulativo. "... lo exhorto a virarse" Creo que el análisis de
perfil psicológico que hizo o le hicieron, para que actuara así, es totalmente erróneo, pues realmente se equivocaron a tal grado que pienso que se le está escribiendo a la persona
equivocada.
Después arremete manifestando admiración por mi acción; ”… de veraz lo admiro, se ha adentrado usted de forma seria y responsable en una cruzada para defender la obra revolucionaria cubana,..” me
dice, para continuar con una crítica y exponerme su posición personal sobre la gestión gubernamental del estado cubano expresándome que, de facto yo estoy del lado equivocado, al mismo tiempo que
me pide un favor muy pequeño, un método más de captación en frío por inteligencias enemigas, nada más, ni nada menos, me solicita que le haga llegar a los militantes del PCC
una serie misivas escritas por él “. Hermano, a usted me dirijo porque carezco de los recursos necesarios, empezando por mi apego a lo antiguo y mi desconocimiento del uso de las redes y la
tecnología, para usted me ayude si así lo cree prudente, justo y adecuado a que estas 10 epístolas escritas por mí lleguen a los ojos y oídos de la mayor cantidad de miembros del PCC, de los que
estarán allá en el próximo congreso del PCC, antes que el congreso empiece.”
Pudiera extenderme con cada una de sus afirmaciones, pero no es mi intención emborronar cuartillas, además como señalé, deseo descansar.
Mi respuesta fue, “Conozco la historia y por ello estoy consiente de que cuando los enemigos están a las puertas de la ciudad, son muchas las almas débiles que
desean arriar bandera.
Yo soy heredero de Tercios Españoles, de la estirpe de mi padre Flavio Hernandez y de la Casa solar Arias Miró. Para nosotros sólo existe vencer en la lucha o caer en buena lid con las armas en
la mano, nunca entregamos espada."
No bastándole con eso, vuelve a la carga y me dice entre otras cosas. “Cuando se confunde el propósito de una lucha,la sin razón llama al tedio y a la desidia y estas vuelven tan
crónica la defensa que hasta generan una adicción belicista infundada. Hermano sería muy bueno usted enfocará su lupa, nuestra lucha de hoy no es aquella de Céspedes, Martí y los Maceo, no es la
de Fidel, Raúl y Camilo, menos es la de Días Canel y su gente, nuestra lucha de hoy es la lucha de nuestra descendencia, es la lucha para construir les un futuro lleno de tranquilidad económica,
social y política, es la lucha para entregarles un país próspero y una patria donde puedan vivir dignamente y de la cual puedan sentirse orgullosos no solo por su historia, sino además por su
presente y por su porvenir,…
Yo respondí: “Pablo, nadie me tiene que decir como pensar, analizar y tomar mis decisiones y mucho menos que debo hacer y por qué. Le sugiero terminar
su envío de mensajes. Yo defiendo a Cuba, ya dije a los soñadores, en uno de mis trabajos Bajo Lupa, no vivan de ilusiones, para que no mueran de desengaños."
Por último me bloqueo, no sin antes expresar sentirse ofendido y arremete contra mi persona diciéndome:” Ok. Disculpe creí que de verdad usted estaba interesado en el bien de Cuba, del futuro de
la patria,me confundí, parece ser usted otro más que va por el éter cumpliendo una misión encomendada. Ya veo porque esconde su rostro...le deseo suerte cuando en un futuro no muy lejano tenga
que pararse frente a sus hijos y nietos a inventarse respuestas y explicaciones... Me disculpo una vez más...
Después de todo ese ataque, sólo me queda expresar, vino por lana y
salió trasquilado, espero que se dedique a escuchar la canción “El necio” de Silvio Rodríguez, pues "yo me muero como viví," jamás seré un General
Vlasov.
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