¡Revolución sí, antirrevolución no!

Por Henrik Hernandez

Observación. No toco el tema del bloqueo, no porque lo ignore, sino por ser un tema constante en mis escritos y quiero concentrarme en el tema fundamental.

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Siempre leo artículos y escritos en FB, donde se le demanda al Estado cubano eliminar prohibiciones y regulaciones para desarrollar actividades por cuenta propia.


Eso me hace reflexionar, pues no veo en ningún lugar demandas de desarrollar actividades colectivas en forma de cooperativas o contratación laboral al estilo de los médicos que cumplen misiones en el extranjero, que están más cercanas al modo socialista, en vez de las actividades que llevan el germen capitalista.


Todos saben que defiendo a Cuba, pero también defiendo que se implemente políticas económicas que llevan a fortalecer las tendencias de formación del sistema socialista en vez de debilitar a la Revolución con actividades que conllevan a la formación de una neo burguesía que inevitablemente establecerá el capitalismo.


La profundización y desarrollo de políticas cuentapropista (pequeño aburguesamiento de la población) basadas en la ley de oferta y demanda tienen y tendrán consecuencia muy negativa para los trabajadores y su poder revolucionario. Esas conversiones se pueden presentar como una necesidad objetiva en el desarrollo y condiciones sociales de Cuba de hoy en medio de las complejas relaciones internacionales, para retóricamente ocultar que son el producto de la lucha de clases dentro de una revolución socialista, por un lado el pueblo trabajador y por el otro la antirrevolución que en realidad conllevan a percepciones teóricas y organizativas erroneas por parte de la vanguardia política.


Esas percepciones erróneas tienen la tendencia de contrarrestar los efectos políticos sociales de la Revolución Cubana que inexorablemente conlleva a la destrucción de la dictadura del proletariado, pues van reproduciendo las relaciones burguesas de producción. Sin medidas que fortalezcan las relaciones de propiedad y producción socialistas, se establecen prácticas sociales burguesas favorables a la lucha de la burguesía para restablecer y fortalecer la relaciones sociales capitalistas.


Las tendencias en Cuba son muchas, pero podemos nombrar algunos ejemplos:
1) des proletarización de la clase obrera cubana al desmantelar la industria azucarera y otros sectores productivos, que conllevaron a poner a los trabajadores en el punto de inflexión de estar en el paro o asumir un modus pequeño burgués como cuentapropista;

2) timbiricheo legal, semilegal e ilegal de compra venta (reventa)de productos por parte de grandes segmentos de la población basados en la obtención de ganancias y beneficios principalmente financieros a corto plazo;
3) penetración de un capital obscuro de procedencia extranjera, en forma de ayudas y remesas familiares, para el establecimiento de negocios propios, con la consiguiente endeudamiento  no d’ jure, pero sí  d’ faktum, de muchos cuentapropistas, que hacen que esos cuentapropistas son d’ faktum empleados de un cuasi empresario extranjero;
4) la no impartición de algunas asignaturas sociales como la economía política y comunismo científico en los centros de estudios;
5) participación de economistas cubanos en cursos de superación en el extranjero donde se especializaron en economía de mercado (capitalismo);
6) los políticos de la FAR y otras instituciones armadas fueron desplazados de ser sustitutos del jefe dentro su plana mayor, a simples educadores culturales;
7) preparación de cuadros como”comunicadores sociales” en vez de trabajadores políticos en instituciones extranjeras, destruyendo con ello un valuarte conceptual ideológico – el trabajo político y de partido;
8) fortalecimiento de las políticas monetarias y financieras (capital) en vez de su desplazamiento paulatino de la vida social.

 


La contrarrevolución entreguista basa sus críticas y ataques al sistema cubano precisamente en las diferencias sociales que la reproducción de relaciones burguesa están estableciendo en Cuba y son tan ignorantes políticamente que no tienen conciencia de la situación real de la situación y culpan al socialismo. Por desgracia el enfrentamiento geopolítico con EE. UU., hace que las clases trabajadoras cubanas, tampoco concientizan lo que está pasando con respecto a relaciones sociales de producción, mucho menos cuando la vanguardia política esta al frente de esos procesos y tendencias.