¡Con la Vergüenza, cubanos!

Por Henrik Hernandez – Guardián y Ungido de los Misterios

”Soy del criterio de que se puede construir el socialismo en un país insular con recursos económicos limitados, aislado geográficamente y bloqueado por el capitalismo mundial.” – Escribí hace un tiempo, y luego continúe diciendo – …

“Cuba debe convertirse en una potencia agraria, capaz de garantizar su seguridad alimentaria reestructurando la población de tal forma que la presión urbana disminuya y surjan núcleos y asentamientos poblacionales directamente vinculados a las labores agrícolas y bajo la doctrina de la guerra de todo el pueblo y poner las estructuras de las misma en función de la economía.”

Para ello Cuba debe replantearse la distribución demográfica de la Isla, la cual posee una alta concentración de habitantes en urbes inmensas, que en la condiciones de nuestro país se constituyen en un freno – así pienso yo – para lograr no sólo la supervivencia, sino también un desarrollo sostenible que garantice:

1) La soberanía económica y alimentaria del país;

2) La desconcentración de la población, que permitiría una mayor seguridad demográfica en caso de agresión militar contra nuestro país y con ello la soberanía militar

3) Una estructura geopolítica del estado cubano, flexible y más eficiente adaptada a la doctrina de la guerra de todo el pueblo, que se puede aplicar no sólo en la guerra, sino también en tiempo de paz, que puede ser activada de acuerdo a las exigencias y necesidades locales de construcción, reparación y construcción de infraestructuras, viviendas y producción de bienes materiales y de consumo y su distribución, lo que daría un impulso a la conceptualidad socialista, dejando a un lado las políticas de ”neonepitas” (de la NEP soviética) y aplicación de conceptos y mecanismo completamente capitalista, como es la ley de oferta y demanda;

4) La utilización de forma más eficiente los recursos humanos y naturales que permitirían el aumento y auge del intercambio comercial interno y formación de una base productiva exportadora de productos alimenticios, manufacturados e industriales;

5) La disminución de los riesgos de contagios, en caso de epidemias y pandemias, así como de las consecuencias del cambio climático.

Una redistribución geográfica, basada en el principio, expuesto arriba, daría la posibilidad de crear miles de puestos de trabajo ocupados en la construcción de viviendas, acueductos, alcantarillados, viales y preparación de TOM (Teatro de Operaciones Militares) con túneles, trincheras y refugios.

Una restructuración de tal tipo demográfica y de infraestructuras debe ir acompañada de reformas y medidas sociales de distribución urbanística que garantice todas las necesidades materiales y espirituales de la población y con ello un florecimiento de la cultura y el deporte.
Quizás existan amigos (y enemigos también) escépticos a tal propuesta alegando la falta de recursos financieros, inversiones y materiales y por supuestos aquellos cuya actividad neuronal se detiene allí donde surge el esquema del bloqueo Imperialista, viendo bloqueado con ello la posibilidad del análisis, pero la realidad es que la capacidad y voluntad popular cuando la dirección política y administrativa la potencia se convierte en una fuerza capaz de buscar soluciones allí donde los recursos no sean suficientes, nuestra historia lo ha demostrado con elocuentemente.

A esos que se pregunten como podemos hacerlo le digo, como expresara el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz

¡Con la Vergüenza, cubanos!

 

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