China – caballo de Troya

Por Henrik Hernandez – Guardián y Ungido de los Misterios


Durante el siglo XX se producen muchos hechos históricos de gran importancia, pero ninguno comparable con el Triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Este hecho permitió la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas basado en un sistema donde se desmantela el milenario sistema del poder de una clase sobre el resto de la población.


La supremacía de la URSS se basa precisamente en eso, pues representa una alternativa única en la práctica mundial de construcción del estado basado en un modelo alternativo al sistema imperante de explotación capitalista. Es por ello que el milagro económico de industrialización de la URSS fue posible entre los años 1924 y 1954. Primero la industrialización del inmenso país, luego la victoria sobre el nazi-fascismo alemán (yo diría europeo) y por qué no sobre le militarismo nipón y la gran hazaña de la reconstrucción posbélica.


Desgraciadamente esta alternativa fracasa teniendo su clímax con la desintegración de la URSS y desmantelamiento del Campo Socialista en Europa Oriental, lo cual fue posible a través de un proceso iniciado con la muerte de José Stalin y el surgimiento Del Jruchonismo y concluido con la llama Perestroika Gorbachana. Proceso caracterizada por la creación de benéficos sociales y materiales por y para determinados funcionarios gubernamentales y del partido, que más tarde no se contentaron con el uso fruto de la propiedad social, sino que deseaban incorporar la misma (propiedad social) a sus patrimonios personales y familiares de forma hereditaria, es decir privatizarla y por ellos sus interese se apartaron de los objetivos de la alternativa anti capitalista y se orientan a la integración con las élites occidentales conllevando al desmantelamiento del sistema de nuevo tipo.


Las tendencias de integración al sistema capitalista mundial justificado ideológicamente con el supuesto y falso argumento de adaptarse a las condiciones actuales, para ocultar los intereses de la cúpula gobernante conllevo inexorablemente a la restauración del capitalismo en Europa Oriental y la URSS.


Desgraciadamente la Revolución Cubana surgió y desarrollo en contexto y condiciones internacionales donde imperaban tendencias dentro dirigidas por las élites de los países socialista a la restauración del capitalismo. En otra ocasión hablaremos sobre esto y las consecuencias que tuvieron y tienen para Cuba.


Después de la Segunda Guerra Mundial surgió otro gigante que abrazo las ideas del socialismo – La República Popular China. Hoy se habla del milagro económico chino, para denominar los procesos que denominan a determinados países asiáticos que marchaban por la vía socialista como son la propia China, Viet-Nam y Laos, este ultimo, en menor medida y casi no se nombra.


La esencia entre el progreso económico soviético de la etapa estalinista de existencia de la URSS expuesto arriba y los logros macroeconómicos chinos de los últimos 50 años es que el proceso de en esta última (China) ha sido un proceso de integración al sistema capitalista mundial con el rol de manufactura periférica global que las élites mundiales les permiten, todo eso bajo una falsa justificación ideológica socialista, es decir presentando el modelo capitalista como si fuera socialista.


Echemos un vistazo a la República Popular China. Inmenso país situado en Asia y que pose 9 562 910 Km cuadrados, con una densidad de población de cerca de 146 habitantes por Km cuadrado. La población china es de 1 392 380 000 habitantes (2018) y con muchos factores demográficos alarmantes, como por ejemplo más de 200 000 000 de población masculina más que la femenina.
El milagro chino, vendido como un “mercado socialista”, ha tenido como consecuencia el surgimiento de una clase social de cerca de 100 000 000 de personas que disfrutan de un modelo de vida superior con viviendas de alta calidad, empleos y seguridad social, etc. mientras más de 1 200 000 000 de personas viven en condiciones precarias de existencia y sin futuro Seguro.

 

En China podemos ver como los obreros y campesinos son explotados y viven bajo un modelo, donde las corporaciones capitalistas chinas y los tecnocratas del Partido Comunista de ese país, utilizan métodos y tecnologías modernas en la opresión de sus trabajadores, obligando con ello a los obreros y demás trabajadores a actuar en contra de sus propios intereses. Lo cual ha conllevado a la profundización de las desigualdades sociales y pobreza de millones de personas.


Por esencia la ”nomenclatura” del estado chino y del Partido lograron su integración al sistema capitalista mundial por las mismas causas psico- y económico sociales que las élites soviéticas y de Europa Oriental.


En mi visita a Cuba tuve la oportunidad de constatar el daño económico, social e ideológico que se desprende ciertas medidas económicas que de facto son una “nueva política económica” conocida en la URSS como NEP inspiradas en los Milagros económicos de la China y Vietnam “socialista”.


Creo que no se debe abrir las puertas de la ciudad e introducir ese caballo de Troya.


En junio del 2018 escribí en una de mis artículos:


” Hoy vemos que bajo la consigna de que Cuba debe adaptarse a las condiciones internacionales actuales y empleando un ortodoxismo marxista de que la forma de construcción de socialismo está en dependencia de las condiciones específicas de cada país (esto último con gran peso de razón, pero no con toda la razón), se justifica la implementación de medidas abiertamente capitalistas, que responden al poder conceptual de ese sistema (capitalista) y no al socialista. Tenemos la famosa frase empleada tanto por detractores del socialismo en el extranjero, como dentro de Cuba por parte de los propios revolucionarios –“iniciativa privada”.


Primero expondremos una lectura marxista de tal concepto. ¿Qué significa iniciativa privada? La respuesta es muy sencilla, Es la capacidad de robar el dinero del bolsillo ajeno sin necesidad de emplear la violencia en detrimento de los demás individuos y la sociedad. En el capitalismo es algo aceptado y se define dentro del poder conceptual de ese sistema. Es decir el capitalismo es la legalización de robo por parte de algunas minorías que explotan a la gran masa de la población.


Por lo tanto cuando un funcionario como Marino Murillo, (en Cuba esas decisiones se toman de forma colegiada, por lo que la responsabilidad tiene también ese carácter) quien fuera uno de los artífices de los Lineamientos de la Política Económica y Social de Cuba, es de los primeros que defiende la ”iniciativa privada” y la aplicación de la ley económica del mercado capitalista de ”oferta y demanda” le asesta un golpe conceptual al socialismo de tal envergadura, que de facto declara la economía socialista como ineficiente y abre las puertas a la corrupción del poder conceptual del sistema socialista dándole espacio al capitalismo.


En referencia a quienes pretenden establecer “una economía de mercado” (léase capitalismo) decía: “Están incapacitados de ejercer la dirección de la sociedad socialista al corromper la sociedad cubana a nivel conceptual e ideológico.


El Mercado capitalista es una forma de Mercado desorganizada, basada precisamente en la ley de oferta y demanda, pero lo que omiten e ignoran Marino Murillo y sus seguidores en Cuba, es que se puede establecer un mercado organizado, basado en la ley de satisfacer las necesidades demográficas condicionadas y cada vez más crecientes de la población. Es decir un mercado donde los intereses colectivos primen sobre los individuales. De qué forma se puede lograr eso es otra discusión, pero su resultado depende de si se realiza o no desde una perspectiva verdaderamente popular y socialista.”


Soy del criterio de que se puede construir el socialismo en un país insular con recursos económicos limitados, aislado geográficamente y bloqueado por el capitalismo mundial. Para ello Cuba debe abandonar el camino de la “chinización” (murillizacion ?) económica y desarrollar una escuela social autóctona basada en el pensamiento marxista y martiano aplicando los verdaderos postulados económicos socialista.


Cuba debe convertirse en una potencia agraria, capaz de garantizar su seguridad alimentaria reestructurando la población de tal forma que la presión urbana disminuya y surjan núcleos y asentamientos poblacionales directamente vinculados a las labores agrícolas y bajo la doctrina de la guerra de todo el pueblo y poner las estructuras de las misma en función de la economía. Construcción de potabilizadoras de agua de mar que permitan abastecer las necesidades poblacionales y de irrigación. Estudiar y aplicar los logros de las ciencias en las esferas de las tecnologías modernas, comunicación, construcción, energética, etc.


El objetivo del bloqueo es desmantelar el humanismo del sistema cubano y los logros alcanzados en la creación de capital humano y esferas económicas como es la biomedicina y otras, pues las élites económicas y financieras desean una Cuba integrada al capitalismo, pero sin base de economía real, sino de comercio especulativo de importación y condenada a la periferia económica mundial. Ellos piensan que pueden lograr eso a través de que nos “adaptemos a las condiciones actuales”, es decir que se hagan transformaciones capitalistas que permitan el surgimiento de nuevos ricos cubanos y/o el regreso a nuestra tierra de aquellos que perdieron el poder en 1959.


No permitamos que la llama de la esperanza se extinga.


“… Aun si somos vencidos, los pueblos volverán al socialismo” dijo V.I. Lenin y hoy dentro de los procesos sociales que se viven en China y en los países que conformaban la URSS le dan la razón. Sólo es cuestión de tiempo. No permitamos que caballos de Troya nos desgarren por dentro sean estos chinos o latinoamericanos.

 

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