Guerra de Todo el Pueblo - mi punto de vista

Por Henrik Hernadez - Guardián y Ungido de los Misterios.

 

Cuba basa su doctrina militar en la participación masiva del pueblo en la defensa del país, lo cual recibe apoyo jurídico en la Constitución de la República.

Atendiendo a las exigencias actuales del desarrollo tecnológico del armamento enemigo, las doctrinas de guerra del enemigo potencial, en este caso EE.UU. y las experiencias de los últimos conflictos bélicos me atrevo aventurar que lo más probable es que existirá una diferencia marcada en la estrategia enemiga en caso de agresión armada directa, la cual consiste que los ataques aéreos no serán seguidos de desembarcos marítimos y aéreos, sino que estos tendrán lugar al mismo tiempo. Será una estrategia para neutralizar el combate directa con nuestras fuerzas impidiendo su movilización y ocupación de posiciones defensivas.

Ante esta situación Cuba debe tener un alto grado de Inteligencia estratégica y táctica, así como un mantener desde tiempo de paz en el terreno un sistema único de información efectivo y confiable, para detectar a tiempo cualquier indicio de preparación de agresión contra nuestra país. La movilización de una agresión es casi imposible de esconder, pero teniendo en cuenta el poderío numérico, técnico y la cercanía geográfica, el enemigo puede comenzar un agresión sin necesidad de movilizar con anticipación sus fuerzas, es decir entrar en combate con fuerzas permanentes y llevar a cabo la movilización de forma paralela.

En caso de ataque miliar el enemigo tendrá como objetivo estratégico lograr la supremacía aérea y la ocupación de cabezas de playas al mismo tiempo. Como vemos nos encontraremos en una situación donde el factor tiempo será determinante. Bombardeos con el fin de obtener la supremacía aérea, al mismo tiempo el empleo masivo de medios de lucha radio electrónicos,  desembarcos de unidades tácticas para ocupar cabezas de playas en diferentes puntos del territorio nacional, así como cumplir misiones de sabotaje y destrucción de infraestructura como puentes, almacenes, etc. e impedir con ello el despliegue estratégico de las FAR y las MTT. Desde uno o más cabezas de playas establecidas, desembarcar a fuerzas principales y desarrollar ofensivas desde la marcha.  Repito todo eso se hará al mismo tiempo.

La misión fundamental de nuestras fuerzas debe ser, abortar los intentos del enemigo de establecer la supremacía aérea, creando una defensa antiaérea efectiva capaz de actuar en todo el diapasón de alturas y distancias. Garantizar el despliegue estratégico del país e impedir el establecimiento de cabezas de playas, destruyendo las unidades tácticas del enemigo desembarcadas. Para ello los plazos de movilización y maniobras de nuestra fuerzas no deben exceder a más de 2 horas.

La preparación del TOM - Teatro de Operaciones Militares - debe ser una prioridad fundamental. Los Consejos de Defensa deben determinar los posibles lugares de desembarco enemigo con fines de establecer cabezas de playas y organizar la defensa de objetivos estratégico, evacuación y desconcentración de los medios de combate, municiones, combustible y otras logísticas.

La población civil debe concentrarse en la producción y la contracción de medios de defensa y líneas de defensivas en el terreno, así como medio de enmascaramiento de todo tipo. La defensa civil debe concentrarse en actividades de rescate y eliminación de las consecuencias de los bombardeos y al policía en el establecimiento de orden y disciplina de tiempo de guerra.

Cada Consejo de Defensa, debe tener desde tiempo de paz organizados y equipados pequeñas unidades móviles capaces de maniobrar en plazos de tiempo cortos en cualquier dirección y/o posición que la situación requiera.

Cada pequeña unidad debe contar de medios de defensa antiaérea portátiles como Igla, fusiles Mambi, así como el armamento de las compañías debe ser reforzado con mayor número de fusiles tipo FAL, Dragonov o similares por alcance. La lucha contra helicóptero del enemigo será una vertiente que de la cual no se podrá obviar.

 

Por último quisiera expresar, que soy del convencimiento de que la Doctrina de Guerra de Todo el Pueblo debe incluir que la defensa de Cuba, desde un primer momento de agresión, debería ser activa y librarse también en el propio territorio del enemigo, esto en plena concordancia con la Carta de Naciones Unidas. Según el Derecho internacional consuetudinario la legítima defensa del Estado agredido debe ser una respuesta inmediata, necesaria y proporcional al ataque.

 

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