Nada más, ni nada menos que todo un hombre

Por Henrik Hernandez - Guardián y Ungido de los Misterios

 

En los medios sociales hay algunos que intentan a toda costa de que yo ofrezca información personal y cuando no lo han obtenido por métodos normales, han desatado toda una ofensiva construyendo mitos a través de manipulaciones, desde decir que soy perfil desde el cual actúan varias personas o una que cometen el delito de plagio, hasta las acusaciones más horrendas de que si soy todólogo en el campo del conocimiento o abominable estalinista en el político.

 

Considera que ese pequeño grupo de personas simplemente muestra su incapacidad intelectual de sus neuronas para aceptar una realidad, de que haya cubanos, que viviendo en el extranjero, no se hayan doblegado ante la propaganda enemiga contra Cuba y su pueblo.

 

Los amigos saben perfectamente quien soy. Esos que levantan sus voces en contra, les expreso que soy nada más y nada menos que todo un hombre prisionero de las circunstancias históricas, pero al igual que Hosarspih del libro de los Grandes Iniciados digo. “Sí, si por orgullo el león cautivo levanta la cabeza y mira el horizonte tras los barrotes de su jaula, sin percibirse tan siquiera de las gentes que le contempla. Sí, si por orgullo el águila encadenada se estremece con todo el plumaje y con el cuello extendido, las alas abiertas, mira al sol. Como todo los fuertes designados para una gran obra Hosarspih no se creía sometido al Destino ciego”

 

El Destino ciego como jaula me circunda, pero no ha podido ni podrá someterme, para sumarme a la comparsa que baila al son de sanciones y agresiones contra mi pueblo. Desde las profundidades de la historia llega a mis oídos el retumbar de batas, el firme golpear de los pies desnudos sobre la tierra de un guerrero color del ébano, que entona su canto de guerra en su palenque:

 

“Yo sé que es preciso vencer/

yo sé que es preciso luchar/

yo sé que es preciso morir/

Es un tiempo de guerra/

Es un tiempo sin sol/??

 

Henrik Hernandez no puede, ni es amigo del mal y por ello entona el estribillo que recogió el trovador:

Si el enemigo viene a darte la muerte dásela tú

Si envilecido odia la libertad de tu corazón

muérete por ser libre,

muérete por tu nombre,

muérete por salvar

la dignidad del hombre.

 

Ante cada ataque personal y cada agresión contra Cuba, su pueblo y dirección política escucho el llamando a degüello. Ante mí desfilan aquellos mártires y héroes conocidos y anónimos desde el indio Hatuey que se consume en la hoguera, los bravos mambises, los rebeldes, milicianos, internacionalistas, los campesinos que día a día dan su sudor en el surco o los combatiente del MINIT que luchan contra el delito o simplemente la madre que despide con un beso a su hijo para la escuela con la seguridad de que volverá a casa sano y salvo cada día, o aquella que llora por que su hijo no dispone del medicamento necesario pues hay algunos que le niegan ese derecho desde el extranjero y se regocijan de infame y nazi bloqueo.

 

Cuento entre mis muchos y verdaderos amigos a una bayamesa de pura estirpe, Nereyda Céspedes Ramos, la cual desafía valerosamente las tenebrosas aguas de esa Mar Océana, que son la antirrevolución interna y la contrarrevolución establecida fuera de las fronteras de nuestra tierra usurpando el bello y preciado gentilicio de cubano(a). Ella tampoco ha permitido que el martillar en la fragua inhumana del anticubanismo aplaste su masa encefálica.

 

Los inescrupulosos y falsos iniciados levantan sus puños ensangrentados donde palpitan los corazones recién arrancado de la geografía política de las naciones que pretendían construir un futuro mejor y humanista. Corazones arrancados sobre la pirámide de los billetes verdes para presentarlos como ofrendas ante Dios Mamón que tiene su trono en el Imperio Trunco del Norte.

 

Soy como aquel caballero que se enfrenta al dragón, pero cuando le de muerte no ciñere sobre mi muñeca el Brazalete de Oro. Solo me retirare a la apacible contemplación y la reflexión para escrutar los misterioso, como Rama iniciado, portador del estandarte del cordero y orgulloso de ser Hijo de la Viuda.

 

 

Soy nada más, ni nada menos que todo un hombre. Soy Guardián y Ungido de los Misterios.

 

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