No Bloqueo. No Garrote

Por Henrik Hernandez - Guardián y Ungido de los Misterios

 

El andamiaje jurídico yanqui del bloqueo nazi contra Cuba es muy sostificado y amplio, a tal grado que entra en contradicción con sus propios postulados, cuando los mismos violan otras leyes de la Unión y la legislación internacional.

Entre las leyes del bloqueo se pueden citar la Ley Torricelli, la Ley Helmuns-Burton, las Enmiendas Mack y Smith. La primera debe su nombre al senador de la Florida Connie Mack y establece la prohibición total a las compañías de terceros países, subsidiarias de empresas norteamericanas, de comerciar con Cuba. La segunda, porta el nombre el también senador floridano Lawrence Smith, que además de incluir enmienda Mack, estipula la incautación y decomiso de naves marítimas que toquen puertos cubanos.

Hay hombre y mujeres que defienden esa política imperial y nazi. A unos le falta la gloria y el decoro y otros tienen grandes intereses económicos, que ponen por encima de del humanismo y la Patria agredida. Los primeros no tienen interese económicos, pero piensan en las posibles limosnas de aquellos que dictan semejante política.

Los segundos tienen mucho que perder con una Cuba abierta la mercado mundial y sobre todo en la cuenca del Caribe. Aquellos que abogan, promueven, patrocinan y financian el bloqueo han levantado sus propiedades y negocios en otros países fundamentalmente en la Lucayas, Las Antillas, América Central y el Istmo Panameño. Esa es la causa del bloqueo, además del trunco sueño de retornar a Cuba reconfiscando viejas propiedades.

Los empresarios que corren en los pasillos del poder político en Washintong en busca de prebendas y privilegios no son en realidad empresarios capitalistas, sino una mafia, que pone en peligro el tan cacareado mercado libre.

Considero que ningún cubano suficientemente patriota puede quedarse inactivo ante tal situación de cosas, su principal deber es con su familia y pueblo en la Isla. Debe denunciar y combatir la aplicación del plan de la “Neosolución Final” (Solución Final fue le plan de la Alemania Hitleriana de exterminio de la población judía) de políticos yanquis, en alianza con los grupos de poder económico de personas de origen cubano y sus descendientes.

 

Comparto el criterio de que Cuba debe promulgar actos legislativos que permitan poner bajo la justicia cubana a todos aquellos, que promueven, contribuyen, abogan, patrocinan, financian, apoyen y propagandizan las actividades y políticas xenófobas genocidas contra nuestro pueblo que emplea el Imperio Trunco del Norte.  

 

Aviso legal:

Figura/foto tomada de Internet/Facebook 

 

Derechos sobre el contenido del texto reservados. ©