Por Henrik Hernandez - Guardián y Ungido de los Misterios.
Basado en los estudios de Konstantin Kolontaev, historiador y publicista ruso.
Una derrota de carácter militar cubana se escribió en la historia con la invasión de los EE.UU. al estado insular de Granada. No obstante esa derrota, por su esencia y resultados fue victoria política de Cuba, aun hoy oculta para los profanos en cuestiones de política y geopolítica, pues significó la acción que encadenó el pensamiento militarista de EE.UU. contra nuestra patria.
Hasta el día de hoy ha imperado la versión estadounidense sobre los eventos acaecidos entonces en el campo de la información global, presentando la batalla como una victoria total y absoluta con una subestimación informática sobre las reales bajas y pérdidas de combates.
Esta mentira militar de la nación norteña ha durado mucho tiempo por varios factores, uno de los más decisivos fue la posición política de la dirección de la URSS proclamada por Brezhnev de “no enojar a los americanos” y muy bien aplicada por el entonces Ministro de Relaciones soviético Gromiko cuando dijo al referirse a Granada “No vale la pena enfadar a los norteamericanos por pequeñeces”
Es hora de poner sobre la mesa otra realidad, desconocida. Con este artículo intento ofrecer a honor a la valentía de los combatientes cubanos en Granada y espero que la actual dirección política y de gobierno de Cuba, den una valoración nueva de los hechos e incluso reconozcan el papel de esos héroes ignorados condecorándolos como se lo merecen.
Veamos algunos datos:
Durante el desembarco fueron derribados cerca de un centenar (100) de helicópteros de transporte, en cada uno se encontraban entre 15 y 30 efectivos y una tripulación de entre 3 a 5 hombres, incluso en el caso de que todos no perecieran, sólo en ese momento la cantidad de pérdidas en fuerzas vivas fue colosal y por lo menos debe haber habido unos 2000 muertos.
Es bien conocido que 200 efectivos de las fuerzas Deltas perecieron cuando 10 helicópteros que los trasportaban fueron abatidos por el fuego de los cubanos. Era la primera vez que esta unidad élite entraba en combate real y en ella perdieron la vida casi todos sus integrantes, sobreviviendo el personal de servicio y el oficiales del estado mayor que nunca abandonó el territorio de EE.UU.
Según Konstantin Kolontaev, esto muestra la magnitud de las acciones de los cubanos, pues los EE.UU. perdieron más helicópteros en dos semanas que la URSS en 6 años de guerra en Afganistán. El historiador destaca que los yanquis sufrieron esa pérdidas por empleo de técnica soviética vieja de la II Guerra Mundial como son las ametralladoras DShK (modelo 1938), caños 61K de 37 mm (modelo 1939) y cañones S60 de 57 mm (modelo 1951), por desgracia no señala la cuantía de los mismos.
A las bajas anteriores se suman la pérdida de 100 carros de combate, 20 helicópteros de apoyo de fuego y 10 aviones de combate, lo que sitúa la pérdidas de fuerzas vivas en unos 3000 efectivos.
El contingente invasor estadounidense estaba compuesto por 30 000 efectivos con la técnica de combate y armament correspondiente. Estos 30 000 efectivos enfrentaron a unos 1000 cubanos, de los cuales solo unos 200 eran militares, el resto eran obreros civiles de construcción. Las fuerzas granadinas que se enfrentaron eran en su mayoría cadetes y oficiales de las escuelas de policía y del ejército, así como de un reducido grupo de militantes del partido de la Nueva Joya. En total esas fuerzas eran de unos 3000 efectivos. En el área de defensa del aeropuerto, los yanquis, a pesar de su superioridad numérica y tecnológica, no pudieron doblegar la resistencia cubana, hasta que no se les agotó el parque. Los paracaidistas yanquis perdieron 101 efectivos en el aire antes de alcanzar la tierra durante el desembarco. En esas acciones los cubanos tuvieron 50 bajas, según fuentes estadounidenses, pero los yanquis omiten que perdieron cerca de 2000 efectivos en esas acciones.
Konstantin Kolontaev señala que la resistencia cubana era estructurada y organizada.
Es de destacar que el contingente norteamericano de la 82 División,fue reforzado después de la primera semana de combate por unidades de la 101 División Aerotransportada.
El análisis de la acciones combativas en Granada pone al descubierto:
1) Que los oficiales de EE.UU. no saben controlar ,ni dirigir el fuego artillero, ni las acciones de la aviación de combate;
2) La cobardía de los pilotos de aviones norteamericanos, que al perder 10 máquinas, no se atrevían a entrar en la zona efectiva de bombardeo cubierta por la defense antiaérea de los defensores, mateniendoce por encima de los 5 km de altura, por lo cual las fuerzas de infantería pagaron un alto costo;
3) Las fuerzas de infantería pagaron con cientos de vidas la incompetencia de los oficiales que dirigían la aviación y la artillería y la cobardía de los pilotos de combate.
Las represalias y abusos a que fueron sometidos los cubanos al evacuarse por el aeropuerto y la acciones emprendidas contra la representación diplomática cubana, hablan por sí mismas del odio y la defraudación psicológica de los militares yanquis.
Lo contradictorio de todo eso, fue que los prisioneros cubanos en la zona del aeropuerto fueron tratados de acuerdo a las convenciones internacionales sobre prisioneros de guerra.
Como resumen podemos decir que los cubanos con su valor y arrojo en Granada, le mostraron al imperialismo cual sería el costo en caso de agresión a Cuba y con ello impidieron que los halcones de la Guerra no se decidieran a tal aventura. Espero que esa experiencia siga viva en sus mentes.
Para los cubanos Granada nos habla de la necesidad de mantener la unidad monolitica de partido – pueblo – FAR.
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